Xinacates, danza prehispánica de hombres semidesnudos
Los Xinacates, hombres semidesnudos que bailan para alejar a los demonios. Los participantes en esta danza carnavalesca, bailan semidesnudos, cubiertos de tintes de colores brillantes y ocultando sus rostros con máscaras de luchadores, payasos u otros personajes. "Estamos enfrentando al diablo" comenta sin dejar de moverse un niño de unos 10 años que forma parte de la comparsa. Sus risas y cánticos rompen el silencio de las calles de la pequeña comunidad de San Nicolás de los Ranchos, Puebla, donde a partir de las 4 de la tarde, hombres de todas las edades se concentrarán en el tradicional baile. 
También conocida como danza de "los judíos", de "los tiznados" o de los "hombres desnudos", esta tradición prehispánica no ha muerto pero ha evolucionado con el paso de los años. Atrás quedó el uso de manteca de cerdo, ceniza o el aceite usado de los automóviles para pintar su cuerpo; ahora, los jóvenes se cubren con una mezcla de aceite comestible y pinturas industriales de color negro, plata o dorado. En cuestión de minutos, Lalo y sus amigos pintaron todo su cuerpo de un plateado brillante y bailaban sin cesar encarando al diablo. Comienzan pintando sus piernas y entre ellos se ayudan para cubrir la espalda y el pecho.
Con cadenas en mano y totalmente irreconocible salen a las calles entre el estruendo de mosquetones y el sonido de bandas de música bailan durante horas ante la mirada atenta de locales y los pocos turistas que se atreven a ver esta costumbre. Un danzante ya mayor, salta sin descanso, lleva muchos años participando en este ritual y me comenta el significado que tiene cada color en el cuerpo de los participantes: "El negro es para pedir buena cosecha de frutas y fríjoles, mientras que el dorado y el plateado es para que la cosecha de maíz sea buena". Un estallido de color envuelve las calles de esta región volcánica. Hasta que caiga la noche cerca de 600 danzantes desfilarán por las calles del pueblo. Se siente una brisa y comienza a llover, es una lluvia del chipi chipi, le dicen. Aún así, los pobladores de San Nicolás de los ranchos, siguen la tradición que año con año no han dejado morir. Los curiosos que se resisten a colaborar con una propina, acabarán pintados ya que los Xinacates piden para "el baño" una cooperación a los que miran sus bailes. Así, entre música de banda y mosquetones de pólvora, se puso fin a las dos semanas de carnavales de la región.
La catrina y catrín
Esta figura nació como una sátira de la sociedad burguesa durante el Porfiriato, y actualmente es uno de los elementos más representativos del Día de Muertos. Junto con el cempasúchil y las ofrendas, la catrina se ha convertido en uno de los símbolos esenciales del Día de Muertos. 
Back to Top